29 Feb Radiadores de coche
En este momento, donde todos tenemos un automóvil, debemos saber de partes fundamentales como los radiadores para coches. Es una parte protagonista del sistema de refrigeración, que permite que el motor no se sobrecaliente, por lo cual podemos definir que su función principal es disipar el calor que el motor, en consecuencia, genera. Por tanto, se eleva la temperatura del automóvil. Pero mientras el radiador se encuentre en buen estado y funcionamiento, esta temperatura se quedará dentro de rangos seguros. Tenemos en cuenta que, si el automóvil se llega a sobrecalentar, el mismo sufre de daños graves en el motor.
¿Qué son los radiadores?
Cómo se explica en la introducción a este texto, de una forma más detallada podemos decir que el radiador cumple la función del sistema de enfriamiento del motor. Es de vital importancia que cumplan con esta función, donde tienen que transferir la temperatura alta que tiene el líquido refrigerante, el cual hace una transición por el motor hasta llegar al radiador.
Esto logra tener una regulación térmica para que el motor se encuentre en funcionamiento, pero cumple su objetivo de que el grado de temperatura sea el adecuado, considerando que existen rangos que se consideran seguros para que el automóvil pueda funcionar de manera normal.
Funciones de los radiadores
Es necesario tener en cuenta cómo funciona específicamente el radiador. Esto nos ayudará a entender en caso de que tenga futuras grietas dentro del sistema de enfriamiento del motor. Su propósito de existencia es que no exista calor dentro del funcionamiento del automóvil, es decir, dentro del motor.
Evitando, el sobrecalentamiento ya que el exceso de temperatura puede causar daños graves porque se genera una combustión interna. Esto sucede solo en caso de que el radiador no funcione y el líquido refrigerante muy caliente logre salir de la misma forma al aire ambiente. Por lo cual es necesario que el radiador mantenga los niveles recomendados de temperatura del motor.
Logrando que este no sufra de ningún tipo de sobrecalentamiento, lo que hará que el motor no solo funcione eficientemente, sino que su tiempo de vida sea aún más prolongado. La regulación térmica que manejan los radiadores, al mantener el refrigerante en una temperatura adecuada, hace que el mismo llegue al sistema de circulación de la misma forma, lo que mantiene las condiciones necesarias que necesita cada parte del vehículo para poder funcionar.
Componentes principales de un radiador de coche
Ahora, ya que conocemos el concepto principal de lo que significa un radiador para un automóvil y la función que este cumple, recalcando que es indispensable para conservar el estado óptimo del motor y que el coche no sufra ningún tipo de daño por sobrecalentamiento, estamos listos para conocer los componentes internos del radiador, como por ejemplo los tanques, las aletas y también su núcleo.
Núcleo del radiador
Este es el corazón del radiador, ya que allí se encuentra el componente que hace que el líquido refrigerante del aire pueda lograr realizar su función, que es la transferencia de calor. Lo podemos reconocer ya que son pequeños tubos delgados, muy parecidos a la forma que tiene un panal de abeja. Es prudente que los materiales con que están elaborados estos núcleos sean resistentes a las altas temperaturas, como el aluminio y el cobre, pero también porque favorecen la conductividad térmica. Debido a que por medio del núcleo pasa el líquido refrigerante, por el camino que tienen las aletas del radiador.
Tanques del radiador
Ahora, cuando hablamos de los tanques del radiador, estos se encuentran exactamente ubicados en el núcleo. Tienen como principal responsabilidad mantener el líquido refrigerante mientras están conectados a las otras partes que se encargan del enfriamiento del mismo, por ejemplo, como el maguito. Se sabe que existen dos tipos de tanques que son comúnmente vistos en los radiadores de coches
En primer lugar, tenemos los tanques de plástico y también los tanques de aluminio. El primero es el más liviano y se puede conseguir en el mercado como un repuesto económico. Sin embargo, su duración no se puede comparar con la de los tanques de aluminio, que son los altamente recomendados, porque además de durar mucho tiempo, no sufrirán de ningún tipo de corrosión.
Aletas del radiador
Respecto a las aletas del radiador, se pueden observar cómo las pequeñas láminas delgadas y planas. Estas están ubicadas exactamente entre los tubos que se encuentran dentro del núcleo. Estas son las encargadas directamente de conseguir el enfriamiento para que exista una menor transferencia de calor.
Para esto necesitan tener contacto con el aire que se encuentra dando en el radiador y permite que este calor se vaya, logrando eliminar las temperaturas que hacen que el líquido refrigerante se mantenga caliente, lo que puede causar una explosión.
Debido a que estas son las que directamente reciben ese refrigerante caliente, es necesario que estén hechas de aluminio, porque además de ser resistentes y tener las propiedades necesarias para la conductividad térmica, también se pueden considerar que son bastante livianas.
Funcionamiento del sistema de enfriamiento del motor
Aún pueden existir dudas sobre cómo es el funcionamiento respecto al sistema de refrigeración del motor. Ya que este tiene un objetivo bastante específico, que se ha leído durante todo el artículo que habla sobre evitar el sobrecalentamiento. Pero, para esto es necesario un proceso y es por eso que el radiador tiene componentes, como lo es el termostato y también la bomba de agua. Estos facilitan que su función principal, que es mantener la temperatura dentro de los rangos seguros, sea una realidad.
Circulación del líquido refrigerante
Pero, ¿de qué va la función de la circulación del líquido refrigerante? Este puede definirse como el conducto o el transporte que se encarga de absorber el calor que se genera al momento de que el motor empiece a funcionar. Por eso después necesita llegar hacia el radiador, para que se cumpla su funcionamiento y pueda lograr que el aire externo lo enfríe.
Este va a seguir su proceso una vez enfriado, para volver al motor y así mantener este ciclo. Por eso es tan importante el mantenimiento constante del automóvil y el cambio de refrigerante, para evitar daños en el motor.
Funcionamiento del termostato
Pero también tenemos otra parte importante del sistema de refrigeración del motor, y este es el termostato. Este componente tiene como finalidad cerrar y abrir el paso al líquido refrigerante para mantener la temperatura.
Es decir, en el proceso donde el líquido refrigerante va y viene, este tiene su parte de responsabilidad. Mientras que el motor se mantenga frío, el termostato lo sabrá y estará cerrado, ya que en este momento el líquido refrigerante no necesitará cumplir su función de fluir.
Mientras que esta acción en el automóvil puede hacer que el motor alcance la temperatura de funcionamiento de una manera más adecuada y rápida. Pero en el momento en que este líquido refrigerante alcance altas temperaturas, entonces el termostato debe abrirse para que el líquido refrigerante pase al radiador y este pueda obtener una temperatura adecuada, logrando enfriarse. Esta temperatura debe ser constante y también mantenerse de forma controlada.
Funcionamiento de la bomba de agua
Pero, ¿en qué interfiere la bomba de agua en el radiador? Es responsable principalmente del impulso necesario para que el líquido refrigerante pueda obtener un flujo constante. Este, a su vez, necesita la ayuda de la corrida del motor, la cual está estratégicamente ubicada en la polea de la bomba de agua.
Su funcionamiento básicamente se basa en girar, crear una succión y mantener una presión. Esto, en consecuencia, logra que el líquido refrigerante se impulse en todo el sistema. En caso de que la bomba de agua no existiera, el líquido refrigerante no lograría moverse por sí solo. Lo que, en consecuencia, causaría inmediatamente un sobrecalentamiento del motor.
Mantenimiento y cuidado de los radiadores de coche
Cuando hablamos del mantenimiento y cuidado de los radiadores del coche, sabiendo la importancia que radica su función, debemos prolongar su vida útil y para ello necesita cuidados. Por lo cual, empezaremos recomendando que se tenga un mantenimiento adecuado. Este puede incluir dos tipos principalmente: el mantenimiento preventivo y la limpieza frecuente del radiador. Esto puede ayudar a que cualquier impureza o acumulación que se esté generando dentro del mismo sea eliminada y de esta manera lograr que cumpla su función de forma óptima.
Medidas de mantenimiento preventivo
Respecto a este tipo de medidas de mantenimiento, debemos realizar mantenimientos periódicos necesarios para el sistema de refrigeración. En este, se debe observar cómo están los niveles de líquidos respecto al refrigerante y en caso de que hagan falta, se deben completar. Luego tendremos que verificar el estado del radiador y asegurarnos de que no tenga ningún síntoma de corrosión, esté presentando algún tipo de fuga o tenga un daño significativo.
En caso de encontrar alguno de estos problemas, es necesario atender el mantenimiento del radiador, por uno que funcione de forma óptima ya que de esta manera evitaríamos que ocurran daños que sí pueden ser significativos en el sistema de enfriamiento.
¿Cómo se hace la limpieza adecuada del radiador?
La limpieza del radiador solo es necesaria cuando encontramos en él una acumulación de impurezas. Estas pueden ser ocasionadas por factores externos que podrían denominarse naturales, como la suciedad a la cual está expuesto, los insectos que se acercan por las altas temperaturas o las hojas que se acumulan dentro de él.
Sin embargo, también es posible que otros desechos se formen en las aletas del radiador, lo que en consecuencia sería un gran problema para el adecuado funcionamiento del flujo del aire, el cual reduce la eficiencia de que el radiador pueda estar funcionando correctamente. En caso de que tengas dudas, puedes consultar con las recomendaciones del fabricante para saber cómo se hace la adecuada limpieza del radiador.
Verificación de los niveles de líquido refrigerante
Otra de las formas de hacer el mantenimiento adecuado es considerar cuáles son los niveles adecuados del líquido refrigerante. Ya que una vez que esté bajo el rango recomendado, el mismo se debe completar hasta llegar al límite adecuado.
Debido a que, si los niveles llegan a ser demasiado bajo, el motor se sobrecalienta y termina sufriendo daños graves. De igual forma se debe prestar atención a la calidad del refrigerante ya que el mismo debe tener características o factores, necesarios para poder cumplir con su función.
Señales de alerta de un radiador averiado
Pero, ¿en qué momento debemos preocuparnos por las señales de alerta que nos dicen que un radiador necesita mantenimiento? Antes de llegar al sobrecalentamiento del motor, es importante tener en cuenta las evidencias que pueden arrojarnos pistas de que el motor necesita un mantenimiento.
Por ejemplo, la evidencia de fugas de líquido refrigerante que se pueden encontrar bajo el vehículo luego de un tiempo apagado. Otra de las características que se presentan es la debilidad que presenta el sistema de calefacción del vehículo. Por otra parte, tenemos los daños que se pueden presentar al momento de revisar el radiador. Por ejemplo, en caso de que veamos una corrosión o daños que son visibles estéticamente del radiador.
¿Cómo elegir el radiador adecuado para tu vehículo?
También es necesario saber elegir el radiador recomendado dependiendo del vehículo. Es posible que se deba tomar en cuenta características como la marca del automóvil, así como su modelo y el año al cual pertenezca. En algunas marcas también es preciso saber los detalles del motor y cómo opera el sistema de refrigeración. Lo esencial, para elegir un radiador, es que pueda cumplir con todas las necesidades de enfriamiento del vehículo.
Para ello también se debe tomar en cuenta cuáles son sus dimensiones y la capacidad que tiene. Como última sugerencia, pero no menos importante, es necesario saber que se trata de un producto confiable y duradero. En caso de que tengas alguna duda lo mejor es acudir a un especialista del recambio que pueda darte la orientación, para saber qué tipo de radiador te conviene comprar.
Consejos para prevenir fugas en el radiador.
Como ya hemos aprendido una de las cosas necesarias es prevenir una fuga de gas en el radiador. Para esto el consejo, más importante que se puede dar, es realizar la correspondiente revisión periódica del sistema de refrigeración.
Siempre el dueño conductor del vehículo, debe estar al tanto cuáles son los niveles de refrigerante y cuál es la cantidad y calidad que se está usando, al momento de hacerle mantenimiento al automóvil. Inclusive es recomendable anotar las fechas para saber, si se están cumpliendo los intervalos recomendados y estar al pendiente con el mantenimiento. Teniendo una adecuada prevención, las probabilidades de corrupción serán casi nulas y el radiador tendrá su tiempo de vida que explica el fabricante,
Entre otros consejos no nombrados anteriormente, encontramos la verificación de que las mangueras y abrazaderas se encuentren en el estado correcto. Estas son las principales que conectan el radiador, por las partes internas del sistema de enfriamiento. Cuando existe una fuga de, es muy probable que sea porque las abrazaderas se desgasten con el tiempo o se encuentran sueltas.
Sin embargo, es recomendable, hacer el reemplazamiento de los manguitos gastados. En caso de que las abrazaderas estén sueltas se pueden apretar.